'¿Qué no debes perderte en Rock Imperium Festival 2023?' por Miguel Fernández

¡Por fin! Ya se acerca ese momento del año que para muchos es sinónimo de vacaciones. Y... ¿qué ganas, no? Joder, el día a día se hace duro muchas veces y, el que puede, está deseando marcharse a la playa o a la montaña o el campo, para desconectar. Incluso si hay opción, realizar un viaje, más cerca o más lejos, pero ver mundo al fin y al cabo. Está claro que las cosas están jodidas y la “post-pandemia” (ya sabéis a qué me refiero: crisis, subidas de precios, etc...) ha hecho bastante daño, pero lo que también está claro es que a nosotros, los aficionados al rock y al metal, si hay algo que nos mola cuando se acerca la época veraniega, es el comienzo de la temporada de festivales. Y sí, ya lo sé, que si la burbuja de festivales, que si los precios son muy elevados, que si no van las bandas que a mí me gustan, que si los horarios y bla bla bla... Aquí no he venido a hablaros de eso, que de comentarios quejicas están las redes llenas (a veces creo que solo hay “hate” y no hay nada constructivo), aquí he venido a hablaros de “mi libro” que diría aquel... Básicamente a hacer un repaso de 5 bandas (es mentira, hablaré de más...) que quiero ver sí o sí en el Rock Imperium Festival de este año.

Y comentaba lo de las vacaciones porque para muchos de nosotros, ir a un festival, muchas veces supone unas vacaciones tal cual. Supone una desconexión total y absoluta, porque el ambiente, con música constante y buen rollo entre todo el mundo, es extraordinario. Suena ya a cliché, pero es que es así. Los festivales de rock y metal siempre han destacado por ese constante divertimento sin incidencias (en el 99% de los casos), por la hermandad y compañerismo, porque te haces colega de alguien que vive a cientos o miles de kms. de ti, pero que con una cerveza en la mano y viendo a tu grupo favorito se convierte en cómplice de risas, gestos tontos de metalero que todos hacemos y todas esas cosas que ya sabemos y que tantas ganas tenemos de hacer. Y si además el entorno acompaña, mejor que mejor, ya que la experiencia se vuelve inolvidable. Con esa idea nació Rock Imperium (y antes el Rock the Coast). Aunar música con un entorno envidiable y en una ubicación poco habitual o donde nunca antes había habido un festival de metal. ¡¿Y qué más se puede pedir?! Grupazos, playa, buen rollo, buen clima... pero me lío, vamos al tema, que hemos venido a hablar de los grupos.

Vamos a empezar con el plato fuerte, o lo que es lo mismo, los grupos con los nombre más grandes del cartel. Y quizá, vamos a empezar con el primer grupo con el que no estéis de acuerdo conmigo, pero recordad, yo voy a hablar de lo que para mí es imprescindible, de lo que yo quiero ver sí o sí (aunque veré todos los grupos posibles), pero me molaría mucho saber qué queréis ver vosotros en orden a cómo yo me voy a organizar mis horarios. Porque eso es otra de las cosas que mola y a la vez es un quebradero de cabeza: organizarnos para no perdernos a nuestras bandas imprescindibles que, a veces, no son las mismas que nuestros colegas quieren ver. Con los cabezas de cartel suele ser más fácil, la verdad. Está claro que este año los obligatorios para casi todo el mundo van a ser Kiss. No tengo dudas. Tour final y fecha única en España de una banda irrepetible, de una casi “religión” para algunos de sus seguidores. Y es que quizá Kiss no son tan enormes en Europa como lo son en EEUU, pero igualmente son gigantescos y sin duda son cabezas de cartel en cualquier festival del mundo. Sin embargo, no son mi cabeza de cartel obligatorio.

Tampoco lo son Helloween, aunque tengo muchas ganas de verlos -igual que a Kiss-, porque los “Keeper...” me flipan desde que era pequeño, pero hubo un disco que me reengachó a ellos y que a algunos fans disgustó porque era algo más duro, el “Better than raw”. ¡Qué discazo! Ojalá toquen “Push”, que no tengo ni idea de si la llevan o no en su set, pero me fliparía. Aunque lo dicho, ni Kiss, ni Helloween, ya he visto ambas bandas. Mi cabeza de cartel imperdible este año son Deep Purple. Motivos... pues eso ¡nunca los he visto! Y no quiero que se retiren sin verlos. Igual que cuando tocaron Rainbow en el Rock the Coast, me parece una oportunidad única. Para otro motivo, cito a James Hetfield, que siempre dijo que los padres del heavy metal fueron Sabbath, Zeppelin y Purple. Otra cuestión que me empuja a verlos es que para mí, el directo más mítico de la historia del rock, es el “Made in Japan” y eso pesa mucho. Y por último, porque me la pela que no lleven la formación original, va Ian Paice, que es uno de los baterías más infravalorados de la historia del rock y para mí es una mala bestia. Si tocan “Highway Star” me iré contento y emocionado a casa. Y no nombro la retahíla de clásicos que tienen, porque ya los sabéis.

Voy ahora con los grupos nacionales. Ojo, que separarlos de los internacionales no es un acto de menosprecio ni nada por el estilo, es simplemente porque he querido, por un lado, hacer algún tipo de separación en este artículo para organizar mis ideas y, por otro más importante, porque quiero señalar la importancia de la inclusión cada vez más grande de bandas de aquí en los festivales que se celebran cada año. Eso me enorgullece y me gusta mucho y es un tónica cada vez más habitual en todos los festivales de la península. En el caso de Rock Imperium (y antes Rock the Coast) se lleva haciendo desde el principio y es digno de elogio. Y señalo esto por otra razón más y ésta es el riesgo por parte de la organización, de dar cabida a bandas poco habituales en festivales de este tipo, especialmente porque algunas practican estilos algo minoritarios y eso a mí, que estoy muy metido en el underground, me encanta. Como era de esperar, hay muchas bandas de la zona, cosa que también mola un montón, como los cartagineses Ángel Negro o Elure, los murcianos Headon y Iron Curtain; otras más consolidadas nacional e internacionalmente como Crisix, Bloodhunter, Jolly Joker o por supuesto Leo Jiménez o Saratoga, quienes no necesitan presentación. Me dejo muchos nombres más que no conozco, pido disculpas, pero sí tengo ganas de ver a algunas de esas bandas que son una incógnita para mí, y destacaría a Alea Noctis, por su eclecticismo. Pero no son mi grupo imprescindible. Va a haber un empate y voy a tirar de amigos. Llamadme poco profesional o rajad de mí todo lo que queráis por hablar de dos bandas que conozco, pero es que son las que más me molan. Y vuelvo a destacar que son dos formaciones con una propuesta única y poco habitual en estos eventos. Hablo de The Black Tree y Rainover.

Sí, conozco a algunos de sus integrantes, de hecho en Rainover milita una persona que es de mi ciudad natal y buen amigo desde hace más de 20 años, así que, la cabra tira para el monte. Pero es que encima, como digo, ambos grupos me gustan. A The Black Tree los he visto recientemente un par de veces y son, diría, la propuesta más arriesgada de todo el festival porque el género que practican, que bebe de influencias muy diversas, puede que no guste a los fans de los sonidos más clásicos, pero creo que merece la pena que los veáis. Rainover sin embargo, son más fáciles de emparentar con los sonidos más melódicos del doom con carácter gótico y tengo que decir que el último directo que les vi me encantó, así que son, sin desmerecer al resto, quizá mi apuesta nacional más importante para este año junto a The Black Tree.

Me marcho ahora a los terrenos más infernales. Aquí me muevo como pez en el agua, ya que los sonidos extremos son mis favoritos. Y es otra cosa con la que le voy a hacer la pelota a la organización. Madness Live empezó como una promotora centrada principalmente en el metal extremo y no son nuevas sus incursiones en los festivales. Ahí están en el recuerdo los Alhama Metal Madness, que los más viejos del lugar recordaran con cariño, como hago yo, ya que no falté a ninguna edición. Aplaudo que no se olviden de sus raíces y sigan apostando por formaciones extremas en un festival cuyo groso lo ocupan bandas más clásicas, en el sentido más amplio de la palabra. En cuanto a estas sonoridades más oscuras y agresivas lo tuve claro desde el principio. Aunque quiero ver a todas las bandas extremas, hay una que este año destaca para mí por encima de todas y eso que lo tenían complicado. Porque si en un festival me metes a Rotting Christ y Aborted, yo voy de cabeza, son dos grupazos impresionantes. A Aborted los vi la última vez en el Rock the Coast y me parecieron brutales, como siempre. Menuda bandaza, en serio. A los griegos también los he visto, pero es que tienen algo especial en su manera de hacer música que me engancha increíblemente. Por supuesto Suffocation son un clásico que nadie al que le guste el death metal debe perderse, lo mismo que Misery Index, que son otros de mis obligados. A Nordjevel no los tengo muy controlados, aunque algún disco he escuchado (creo que cuando cantaba el ex-vocalista de Kvelertak), al contrario que a Cryptosys, a quienes vi recientemente junto a Vektor y me molaron un huevo. Pero mis favoritos e imprescindibles son los alemanes Der Weg Einer Freiheit, sin duda, la banda que más ganas tengo de ver de todo el festival quizás... Su último “Noktvrn” es un discazo, aunque tengo que darle más vueltas aún, pero su anterior “Finisterre” me parece una obra maestra del black metal más actual. La mezcla de rabia, oscuridad y agresividad, junto a la melancolía y la tristeza de sus melodías, muchas veces tocadas a velocidades imposibles, hacen que su música te desgarre y te atrape, llevando al límite las emociones que te hacen sentir. Absolutamente imprescindibles.

Yendo ahora con el grueso de bandas, digamos... ¿“medianas”? No... queda feo ese adjetivo, pero no se me ocurre como llamar a esta “categoría” de ahora. Básicamente son muchas bandas de una grandísima calidad, que no están con su logo tan grande en el cartel. Si empezamos por arriba, por supuesto quiero ver a Blind Guardian. No soy fan de esos estilos, pero Hansi Kürsch y cía. me vuelven loco. “Nightfall in Middle Earth” y “Imaginations from the other side” son dos clasicazos y cualquier cosa que toquen de sendos álbumes me va a emocionar, destancando por supuesto “Mirror, mirror” que no podrá faltar.

De Europe no hace falta que diga nada, aunque lo cierto es que yo no soy muy fan, pero sé que a muchos de vosotros os vuelan la cabeza, igual que Skid Row, cuya confirmación fue una sorpresa enorme para muchos y yo que me alegro de que haya gente que por fin pueda verlos. Pero si voy al lío, la verdad es que estoy jodido para destacaros una banda de las siguientes que voy a citar, porque junto a Der Weg Einer Freiheit, son de mis imprescindibles y no sé a cuál resaltar. Llevo siguiendo a Evergrey desde hace muchos años, casi desde sus principios, y su evolución sonora, sin perder su identidad, me parece alucinante. Creo que finalmente encontraron el sonido que más les funciona con “Escape of the Phoenix”, uno de mis discos favoritos de 2021; poderoso, emotivo y con una producción acojonante. Su posterior “A Heartless Portrait (The Orphean Testament)”, perpetúa ese sonido, así que su inclusión en esta edición del festival me entusiasmó.

Igual que cuando se anunció que Soen estarían también en Cartagena. Los de Martín López han ido de menos a más en su discografía y pasaron de ser una banda que no me convencía a encartarme con su no tan lejano “Imperial”. La putada es que me coinciden con mis alemanes blackers favoritos y no sé qué voy a hacer, aunque cierto es que se ha anunciado su gira peninsular para después del verano -la de Soen- y eso me facilita un poco las cosas.

Pero si hay una banda a la que le tengo unas ganas tremendas y que son sinónimo de fiesta y diversión, esos son los suecos The Night Flight Orchestra. Y, la verdad sea dicha, no es que los tenga súper controlados, pero “Aeromantic” lo tuve en rotación en mis auriculares mucho tiempo y fueron, y esto no es coña, un alivio durante tiempos pandémicos, por su música festiva, melódica y desenfadada, pero también elaborada y progresiva por momentos. Björn “Speed” Strid no necesita presentación, ya que todos sabemos quiénes son Soilwork y cómo se las gastan, pero es que con este proyecto ha dado en el clavo de la diversión y la fiesta, que nos va a venir genial para disfrutar como locos en el Rock Imperium de este año.

Y dejo para el final el bloque de bandas que no conozco o que sé de ellas pero apenas he escuchado. Lo cierto es que hay unas cuantas y eso es algo bueno, ya que el acudir al festival me va a dar la oportunidad seguro de descubrir a alguna formación que me va a sorprender. Steve´n´Seagulls no es que me sean desconocidos, sé quienes son y lo que hacen y si tengo oportunidad les echaré un ojo. Lo mismo me ocurre con Demon.

En el caso contrario están los noruegos Fixation, de quienes no sé nada, pero me pica la curiosidad, como me pasa con Chez Kane y Metalite también. Me dejo muchas más bandas por nombrar, pero es momento de destapar mis vergüenzas... porque no controlo nada de The Winery Dogs o Elegant Weapons. Sí, ya lo sé, menudo hereje estoy hecho. Pero haré caso a mis colegas y los veré, ya que lo cierto es que por nombres propios de los intergrantes de ambas bandas, está claro que no me las puedo perder. Aunque hay una, que quizá es la que más destaco y esa es Nestor. Ni sabía que existían antes de ver el cartel. El otro día escuché un tema suelto y me dije: “joder ¡esta peña mola!”. Así que de las que desconozco, quizá serán los que más haga por ver.

Y con esto termino. No sé qué os parece o si coincidís conmigo en alguno de los grupos que nombro. Y si no, contadme cuáles son vuestras bandas imprescindibles, aconsejadme grupos que no he citado, ya sea por desconocimiento o por falta de tiempo. Decidme qué queréis ver, aunque sean grupos que ya hayáis visto mil veces o qué formación no os suena de nada pero os llama la atención. Porque amigos, para eso están los festivales, para celebrar la música con mayúsculas, vivir el buen ambiente y ser partícipe de un evento en el que todos vamos a los mismo: a DISFRUTAR.

¡Nos vemos en el Rock Imperium 2023!

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Rock Imperium Festival 2023.

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